LOS EFECTOS DEL YOGA SOBRE NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO

¡Qué sorpresa! ¿Pero es que el yoga nos puede cambiar el ánimo?

Esta pregunta se la hacen muchas personas que aún no han probado una buena sesión de yoga (o según qué tipo de yoga, también).
Y es que el yoga va mucho más allá de lo físico, quizá algunos se sorprendan con esto. En mi casa me suelen decir: "pero ¿otra vez vas a hacer yoga? Te lo vas a aprender de memoria, te va a dar algo malo. ¿No te aburres?".

Así que mejor, voy por partes.

- Sí, otra vez yoga. Porque cada vez es como si fuera la primera. Cada vez mi cuerpo y mi mente están diferentes, así que nunca es lo mismo. Como un río. Eso es fluir, ¿no? El yoga nos saca de nuestros estancamientos mentales y emocionales (y por qué no, espirituales también).

- No, no me lo aprendo de memoria, y mejor que no lo haga. Si hacemos yoga de memoria, caemos en la mecanicidad, nos volvemos robots, con movimientos muy exactos, pero sin corazón. Y en yoga, adonde vamos es justo a nuestro corazón. El yoga nos ayuda a bajar de la mente al corazón, así nos hacemos más humanos, primero con nosotros mismos, y luego con los demás.

- No, no me va a dar algo malo. Mala estaría si no hiciera yoga, si dejara a mi mente en libertad, como se suele decir en la tradición, como un mono borracho de rama en rama. Enfados, rechazos, evitaciones, pensar una y otra vez en lo mismo... y para colmo, ego (creerme el ombligo del mundo). El yoga nos lleva al momento presente, nos libera de sufrimiento, de tozudeces, de ceguera. ¡Mala estaría yo sin el yoga!

- No, no me aburro. De hecho, es imposible aburrirse, siempre que te mantengas presente, es decir, que pongas atención en lo que estás haciendo. Si hago una postura pensando en ir al supermercado luego, seguro que estaré mejor en el supermercado que en la clase de yoga. Y además, ¿cómo aburrirme si hay tanto de mí por descubrir? El yoga nos conecta con la vida que hay disponible Ahora.

Hay una tira cómica rodando por internet, en la que se ve a la Masa (o el monstruo verde gigante también conocido como Hulk) entrando a una clase de yoga, y al acabar, resulta que lo que sale de clase es una persona, corriente y como las demás. El yoga nos ayuda a transformar el ogro (que podemos llegar a ser a veces) en un humano (que ya somos).

Bendita la frase que me dicen en mi casa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario